- Pelayo Díaz: "¿Qué no haría por dinero? No hay un qué, hay un por cuánto. Podría dar una respuesta hipócrita, pero la cifra importa. Todo tiene un precio"
- Tamara Falcó: "A veces pienso: '¿Dónde estaría si no hubiese perdonado a Íñigo?' Tendría una herida, una rabia, una cuenta pendiente. Y es que hubo tanto daño..."
- Siendo como es un poquito ordinario lo de autodefinirse, ¿se me atreve?
- El otro día, una asociación que trabaja con chavales de zonas deprimidas, sin demasiadas oportunidades, me dio un premio en Sevilla. Y allí les dije una frase que me resume con bastante precisión: «Soy un chico de barrio al que le ha ido bien».
- Y eso que tuvo usted una adolescencia peliaguda...
- No fueron unos años plácidos. Lo pasé mal, tuve problemas psicológicos y estuve en tratamiento psiquiátrico, me echaron de un par de institutos, empecé a trabajar en la obra.... Tenía mucho miedo al futuro; pensaba que había llegado tarde a todas partes y que ya no había oportunidades para mí. Pero a base de trabajo y esfuerzo, de mucha introspección emocional y mucho tratamiento, hoy mi vida se parece a la que me gustaría tener. Eso y mucha suerte.
- ¿Lo de escribir le ha venido bien para vendernos el aura de tipo sensible?
- Yo no creo en las auras. Soy como soy y no reivindico nada. Evidentemente, si me lees, sabrás que soy una persona sensible. Y si me ves en televisión, en determinados contextos, comprobarás que me manejo en el sentido del humor, en la crítica ácida...
- La cosa chula, vamos...
- Es que yo no me creo a las personas que sólo son de una manera. Si en un momento dado transmito cierta imagen de sobrado a mucha gente, pues algo de razón tendrán. Pero en esencia ese no soy yo. Es una parte de mí, sí, pero incompleta.
- ¿Y qué le enfada a usted? ¿Me pongo el chubasquero para el chaparrón?
- Me desespera la estupidez. Que la gente hable de una persona sin conocimiento. O sea, cuando te ponen un sello. Cierto es que a medida que te haces más mayor, te van cabreando menos cosas.
- Reconózcalo: ser hoy comentarista político, según está el patio con Sus Señorías, es un chollazo.
- Sí, la verdad es que dan juego. A mí me gusta ser crítico con el poder, independientemente de quien lo ejerza. Pero vivimos en un mundo muy sectario donde denunciar las cosas malas de este Gobierno ya te coloca en la derecha. Y creo que hay políticos buenos, y malos, en todos los partidos.
Juan del Val y su mujer, Nuria Roca.GTRES
- Dice Wikipedia que militó en las Juventudes Comunistas, que ha sido votante habitual de Izquierda Unida y del PSOE, que está en contra de este Gobierno y que no respeta a los votantes de EH Bildu, pero sí a los de Vox. Vamos a desentrañar esto un poquito...
- Me parece totalmente coherente. Me considero progresista, en el sentido de que soy la persona menos conservadora que conozco, aunque haya gente que me asocie con ideas de derechas porque critique a Pedro Sánchez y eso, por lo visto, es conservador. Y lo respeto, ¿eh? Porque cuando hablas en televisión no puedes pretender que la gente no te cuestione. Yo opino, y ellos también.
- Volvamos a lo de Wikipedia.
- Me afilié a las Juventudes Comunistas con 15 años, pero dejé de verlo claro. Y toda mi vida he sido votante de Izquierda Unida, primero, y del PSOE, después. Pero no puedo votar a este PSOE, porque está alejadísimo de lo que pienso.
- ¿Así que es usted la persona menos conservadora que conoce?
- Es que la palabra progresista está tan enturbiada, tan pervertida... No soy conservador porque no tengo ningún dogma; ni respecto a los individuos ni respecto a la pareja... Soy ateo y creo en la ética, pero estoy muy lejos de la moralidad.
- Vivir con una mujer con tanto ascendente, ¿cómo le hace llevarse con el feminismo convulso de estos tiempos?
- El feminismo es el movimiento más importante de los dos últimos siglos, y lo reivindico desde la acción. La ideología es comportamiento, no palabrería. Vivo desde hace más de 25 años con alguien con más brillo que yo, que ha ganado más dinero que yo.... Tengo un hijo de 22 años y el que se quedó en casa cuando nació fui yo. Y luego han venido unos cuantos a darnos lecciones de lo que hay que hacer, de la conciliación... Lo que no vale es decir «el feminismo es esto y lo otro» y luego estar encausado, como estamos viendo últimamente.
- ¿Seguimos pensando que la monogamia es una estafa?
- No creo que tenga ningún valor, ni me parece algo de lo que presumir.
- Aparcamos pues la monogamia. ¿Qué vicios cultiva usted?
- Desde joven me gustan muchísimas cosas, soy enormemente apasionado. El flamenco, comer, el vino, los toros, el fútbol, el boxeo, vivir...
- ¿Le ponemos flamenquito, entonces, en su funeral?
- Dado mi ateísmo no creo que me hagan un funeral. Pero si alguien quiere pensar en mí con una bulería...