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Se ha venido abajo la torre barbacana, situada en una de las esquinas del castillo de Almonacid, uno de los más notables de la provincia por su antigüedad -del siglo IX-, fisonomía y paisaje cultural que conforma. La fortificación toledana llevaba en la Lista roja de Hispania Nostra desde 2008 y se incluyó por su “ruina progresiva, derrumbamientos y hundimientos”.
“Hemos llegado a esta situación porque nadie hace nada”, exclama la alcaldesa lamentándose de lo sucedido. Según la edil, el Ayuntamiento de Almonacid presentó hace años un expediente de ruina en la Delegación de Educación y Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha “para instar a la restauración de la fortaleza, que pasase a manos municipales o que los vecinos deleguen en el ayuntamiento las acciones oportunas”.
Recordemos que la Ley del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha 4/2013, de 16 de mayo, permite en su art. 26.2., ante el incumplimiento de las obligaciones de protección y conservación de los bienes incluidos dentro del Catálogo del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha que la administración regional realice de modo directo “las actuaciones necesarias en el caso de bienes inmuebles si así lo requiere la más eficaz conservación de los bienes, en cuyo caso la ocupación temporal se realizará conforme a lo dispuesto en la normativa reguladora de la expropiación forzosa”. Aunque también, y eso lo debe saber la alcaldesa de Almonacid, puede ejercer el derecho de expropiación forzosa la entidad local.
A pesar de que la autoridad local ha pedido que nadie se acerque al castillo ni toque los restos del derrumbe, o haya cortado el acceso al mismo, sí se ha permitido, a juzgar por las imágenes colgadas en las redes, que curiosos e “informantes” se suban por los restos de las ruinas. A ello se añade la sobreactuación de la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, que ha solicitado a la alcaldesa “un informe de la situación y si ese derrumbe puede afectar a alguna vivienda o algún camino o un tercero para ver cómo podemos, desde la Delegación del Gobierno, ayudar en este momento”.
Hemos insistido varias veces en planes preventivos para la conservación y difusión de nuestro patrimonio en arquitectura defensiva. Catalogar e inventariar, realizar unas fichas de seguimiento individualizadas, consolidar restos, redactar un Plan de intervención, donde se contemplen urgencias, seguimiento de intervenciones de restauración, rehabilitación y uso, etc.
Hay un Plan Nacional de Arquitectura Defensiva, y señalamos en estas páginas, el 30 de noviembre de 2023, la necesidad de hacer lo propio con las fortalezas de nuestra provincia, de nuestra región. Lo hemos recordado una y otra vez cuando repasamos las listas de “patrimonio en peligro” redactadas por Hispania Nostra y la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, dedicando un monográfico a los catillos de nuestra región el 1 de agosto del pasado año. Y ahora vienen los lamentos y las urgencias, solicitando a la Junta de Comunidades una rápida intervención o solicitando al gobierno central el “2% del cultural”. La prevención evita gastos mayores y, sobre todo, situaciones irreversibles como la vivida ahora en Almonacid.
Se ha venido abajo la torre barbacana, situada en una de las esquinas del castillo de Almonacid, uno de los más notables de la provincia por su antigüedad -del siglo IX-, fisonomía y paisaje cultural que conforma. La fortificación toledana llevaba en la Lista roja de Hispania Nostra desde 2008 y se incluyó por su “ruina progresiva, derrumbamientos y hundimientos”.
“Hemos llegado a esta situación porque nadie hace nada”, exclama la alcaldesa lamentándose de lo sucedido. Según la edil, el Ayuntamiento de Almonacid presentó hace años un expediente de ruina en la Delegación de Educación y Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha “para instar a la restauración de la fortaleza, que pasase a manos municipales o que los vecinos deleguen en el ayuntamiento las acciones oportunas”.